Cómo limpiar persianas
Siempre después de la época de otoño o invierno, al llegar la primavera, nuestras persianas tienen un aspecto lamentable de la suciedad acumulada por las lluvias que vienen con tierra, el viento que levanta el polvo de la calle y lo impregna todo…y es en ese momento, en el que tenemos que llevar a cabo la tarea más tediosa de todas las de mantenimiento. Limpiar las persianas.
Se complica aún más cuando la persiana está situada en una ventana de un edificio alto, ya que salir al exterior es jugarnos la vida, pero no te preocupes porque en esta entrada te voy a explicar cómo solucionar este problema.
Las persianas pueden ser de distintos materiales; PVC, madera, aluminio…y todas se podrían limpiar simplemente con un paño y agua con jabón neutro, pero las de PVC tienen el inconveniente de que la suciedad se incrusta a lo largo del tiempo en sus lamas debido a la exposición que tiene al sol, más aún si llevamos bastante tiempo sin haberlas limpiado.
Conlleva mucho más trabajo limpiar estas persianas blancas que tanto se ven en los exteriores de los edifcios.
Hay productos específicos que podemos utilizar que no sean muy abrasivos, pero sin duda, la mejor manera de limpiarlas es con una vaporeta.
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Paso a paso
Paso 1. Prepara los materiales.
Antes de empezar, es mejor tener todo lo necesario ya preparado. En este caso necesitas:
– Barreño grande para hacer la mezcla
– Bayeta de microfibra.
– Líquido lavavajillas.
– Amoniaco.
Paso 2. Lo primero que hay que hacer es bajar la persiana. Hay que bajarla dejando que las lamas muestren sus ranuras para que podamos eliminar la suciedad acumulada en ellas. Ahora, dependiendo de si podemos limpiar la persiana por fuera desde el exterior o de si tenemos que limpiar su parte externa desde el interior, tendremos que hacer diferentes cosas.
Paso 3. Preparamos un barreño o un cubo de agua con jabón neutro y el amoniaco y comenzamos a pasar la bayeta de arriba hacia abajo, remojándola en el agua para eliminar los restos de suciedad que vayamos quitando de la persiana.
Paso 4. Si NO puedes limpiar la persiana por fuera directamente porque vives en un piso, tienes que abrir la cajonera para acceder a la parte de la persiana que se va enrollando. Así podremos limpiar la cara de la persiana que da al exterior.
Paso 5. Las cajoneras pueden ser de madera, de PVC y de aluminio.
Si la cajonera es de madera:
Normalmente la tapa está atornillada con tornillos de cabeza de estrella o planos. Es posible que en vez de estar atornillada vaya pegada, si va pegada la podrás despegar pasando una cuchilla justo por donde están unidas la tapa y el cajón. Al quitarla es posible que haya un aislante de poliexpan, que solo tendremos que retirar.
Si la cajonera es de PVC o aluminio:
La tapa estará clipada a presión, es decir, que se puede abrir presionando con las manos hacia fuera, haciendo más grande la ranura donde está clipada. Hay cajones de aluminio que en la tapa llevan unos tornillos pequeños.Si es el caso, se desatornillan y se quita la tapa.
Paso 6. Una vez que tenemos abierta la cajonera, vamos a ir limpiándola poco a poco con nuestra mezcla y la bayeta. Primero hay que limpiar la parte interior, que tendrá este aspecto posiblemente, depende de cuánto tiempo hayamos tardado en hacer este mantenimiento o de si vivimos en una zona en la que hay mucha tierra en el ambiente.
Paso 7. Para limpiar las lamas, hay que ir moviendo la cinta corredera de la derecha (la que hace subir o bajar la persiana) para que el rollo de la persiana se vaya moviendo y podamos acceder a todas sus lamas, hasta que acabemos con la última.
Paso 8. Debería quedar así, finalmente por dentro de la cajonera.
Paso 9. Volvemos a colocar la tapa en la cajonera. Y listo, ya tienes tus persianas bien limpias.
Trucos adicionales
1. Si la persiana está en la ventana de tu cocina donde está expuesta a grasa, residuos o polvo rebelde, es posible que necesite una limpieza profunda. Quita la persiana de la ventana y colócala en una bañera con agua tibia, unos generosos chorros de lavavajillas y una taza de bicarbonato de sodio (un antimanchas natural). Deja las persianas en remojo durante aproximadamente una hora y luego enjuaga con agua tibia. Remata limpiando cualquier exceso de suciedad o polvo.
Nota: Si tus persianas todavía se ven sucias y amarillentas, probablemente hayan sido manchadas por el sol, y eso también se puede arreglar. Pon las persianas en la bañera con agua fría y 3 tazas de blanqueador líquido. Deja que las persianas se remojen por no más de 10 minutos, luego enjuague bien y seque. El blanqueador les dará una nueva vida blanca y brillante.
2. Limpia tus persianas con regularidad. Limpia tus persianas una vez al mes y el polvo nunca se pondrá tan mal. Las persianas bien cuidadas deberían durar décadas (aunque la mayoría solo tiene una garantía de cinco años). No haría falta quizás una limpieza tan exhaustiva sino que, simplemente con pasar un cepillo de cerdas y una aspiradora sería suficiente para que tarden más en amarillearse.
3. ¿Sin paño de microfibra? No hay problema. Los paños son geniales, pero un calcetín viejo limpio funcionará igual de bien. Ponte el calcetín sobre tu mano, sumérgelo en agua y podrás limpiar con eso todas las persianas de tu casa.
4. Usa una vaporeta.. Es una inversión que garantiza un limpiado profundo y con menos pasos que hacer antes. El vapor a presión y a alta temperatura elimina todos los restos de suciedad de la persiana, incluso los más incrustados, sin necesidad de productos químicos. Con este electrodoméstico es mucho más eficaz limpiar la persiana y en menos tiempo. Si puedes hacerte con una, te lo recomiendo.
Pero eso sí, el vapor desincrusta la suciedad, tú tendrás que pasar igualmente una bayeta para eliminarla. Y además es hipoalergénico, pues el vapor elimina los gérmenes.
5. Bicarbonato. Si en la mezcla añades bicarbonato, que es un blanqueador natural, tu persianas quedarán más blancas aún.